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Friday 30 September 2011

Desequilibrio


El día empieza bien, aunque un poco inerte de ideas; como autómata cada mañana a la ducha, lavarse los dientes, ¡ah! Me olvidé el jabón (otra vez), cara, brazos, cuerpo, lo que haga falta… y así al frio, a las cremas, cajones, armario : ¿falda o pantalón?. La cosa se hace más fácil a veces si la mayoría de lo que se tiene es negro, todo combina.  Y así se sale, carro, viaje, puerta, el Matías, café, ver si hay mensaje de Jon, ¿no?, bueno, trabajar.
La tarde es otra secuencia de eventos repetitivos incluyendo el seco de pollo semanal al que no le tengo tolerancia, pero hay que comer por obligación o de lo contrario me olvido; no se pensaría que alguien de mi talla se olvida de comer y puede ir días enteros solo con café y azúcar. 
En fin, tratando de recolectar datos monótonos que ya no puedo rescatar es de donde nace esta entrada: ¿qué puedo hacer cuando mi cabeza decide ir por lados contrarios a lo que el cuerpo pide o lo que la medicación dicta?.  Me explico, en una caminata vespertina el cuerpo empieza a notar los cambios internos que definitivamente se salen de lo normal:
  •  Epidérmicamente hablando hay calor o la temperatura ambiente, por dentro la piel me arde. (o lo contrario)
  •  Debilidad muscular como para hacer cualquier tipo de movimiento, levantar el tabaco cuesta esfuerzo, pero el cuerpo sigue en función automática y sigue hacia donde tiene que ir. 
  • Mejillas arden 
  • Absolutamente todo se siente suave al tacto
  • ¡¿Cambié también de color?!
  • Mientras más camino, más debilidad siento
  • Temblor en las manos, quizá sea lo más notorio.
Mentalmente los cambios son más bruscos:
  • No hay fluidez de palabra, es como que después de pensar una frase el cerebro resetea una y otra vez hasta que puedo vocalizar lo que intentaba decir
  • No hay memoria de largo plazo, el instante que se vive es todo lo que hay, independiente de todo contexto y toda necesidad.
  • La concentración se vuelve una broma cruel, lo único en lo que puedo enfocarme y con mucho esfuerzo es en mis labios, la resequedad, y como los ojos se van nublando para ver nada, todo es un mundo de 3 pixeles.
  • Parece que me hubieran puesto uno de esos conos que les ponen a los perros en la cabeza para que no se muerdan, o lo que les ponen a los caballos frente a los ojos para que solo vean al frente: todo se concentra en un punto fijo y lejano, todo le da vueltas a éste.
  •  Normalidad, seriedad, ANSIEDAD, ira, ganas de sentarme a llorar a gritos, ansiedad exagerada, seriedad; ¿qué mierda es esto?
  • (Vacio) <-------- esta es una cualidad descriptiva, de pronto ya no hay nada, solo el ruido blanco cortesía del mundo exterior.
Y entro en desesperación.  Maldito Lexapro, maldito  Lamictal… hacerme adicta a sus beneficios para sentirme normal es despreciable.  

¿O será que la despreciable soy yo por tener que recurrir a medicinas para poder entender a leves rasgos como se siente una persona normal?

Hoy mi cabeza es mi enemiga. 

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