La extraña situación
de la soledad es que el autoestima no suele estar lista para lidiar con las
cuestiones internas, no hay preparación alguna para cuando las luces se apagan
y la cabeza comienza a rotar por sí sola. Mientras el humo interno se eleva y
se reduce, el humo del tabaco solamente sale por la ventana y se pierde en lo
oscuro de la noche.
Quisiera
poder cerrar la puerta de la terraza que da a mi habitación, generalmente el
frio penetra y mis pies se retuercen, pero hoy no lo siento; hoy solo quiero
que el aire trate de refrescar mi frente, que penetre mi piel y mi esqueleto,
necesito que calme esta pasión.