Extrañez.

Cuando no hay nada que decir, a veces, es mejor no decir nada. O uno puede terminar diciendo algo como lo siguiente:

"No se quien eres cuando nadie esta contigo. Yo quiero dedicarme a tus labios, quiero y muero un poco cada dia cuando no pienso en ti.

Escapismo.

Deseo saber como te recuestas pensando en ausencias, yo quiero saber de ti, quiero que la punta de tus dedos marquen mi nombre solo para tenerme entre tus oidos.

Es esta infatuacion tan aguda y tan represiva, consume partes de mi que dormitaban en el mas profundo silencio, me hace desearte en niveles inconcebibles. Deseo moderte hasta que sangres, deseo que tus dedos sientan mi piel tan profundamente que varias capas de epidermis se desgarren, deseo amarte por horas para entender como me lastimas.

Pero es tan solo el sueño de tu cuerpo. No eres tu, es la representacion imaginaria de tu imagen. No son tus dedos, son los tres segundos que los pude ver tras el cristal y las pantallas. No son tus labios, es lo que yo me invente acerca de tus labios.

Es la extrañeza de volver a sentir tanta hambre por un cuerpo ajeno, un cuerpo que tambien me desea pero al cual no puedo darme, que no me quiere tanto como yo quiero el suyo, el solo quiere.

Igual, yo solo quiero consumir, no veo enamoramiento, solo ganas y deseo."

Asi que mejor me callo.